¿Sabés lo que es un hábito alimentario? ¿Alguna vez quisiste adoptar uno?
En principio debemos definir el concepto: los hábitos alimentarios son comportamientos conscientes, colectivos y repetitivos, a través de los cuales las personas seleccionan, consumen y utilizan determinados alimentos o dietas, en respuesta a su contexto e influencias sociales y culturales.
Según la Fundación Española de la Nutrición, este proceso de adquisición de hábitos comienza en el hogar. Por lo que, la infancia resulta ser el momento ideal para adoptar éstas costumbres que se adquieren por repetición y de forma casi involuntaria; en este caso, la familia suele tener una gran influencia que se reduce con el crecimiento de los niños.
Sin embargo, llegada la adolescencia con sus cambios psicológicos, físicos y emocionales puede generarse un cambio en la dieta habitual o un consumo diferente como comidas rápidas, picoteos o bien, evitar comidas (como el desayuno). Más no se da así en los adultos o personas de avanzada edad, donde los hábitos alimentarios son muy difíciles de cambiar.
Aunque también existen factores que determinan los hábitos alimentarios, como los factores fisiológicos (sexo, edad, herencia genética, estados de salud, etc.), los factores ambientales que determinan la disponibilidad de los alimentos, los factores económicos y los socioculturales ligados a una tradición gastronómica, una dieta específica por creencias religiosas, el estatus social y los estilos de vida.
¿Qué comemos los argentinos? Quizá podamos profundizar sobre el tema en una futura nota, pero la primicia es que más de la mitad de los alimentos ingeridos en nuestro país se basa en el consumo de trigos, azúcares y grasas.